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En la actualidad almacenar agua resulta ser importante, en especial en casos de corte del suministro que se llegan a dar en todas las ciudades. Pero a veces uno no tiene espacio en su hogar para una cisterna o un tinaco. Aquí te diremos otras formas para que almacenes agua en tu hogar.
¿Por qué es importante almacenar agua en un hogar?
Almacenar agua en el hogar es una medida esencial que a menudo pasamos por alto, pero que puede marcar una gran diferencia en nuestra vida cotidiana y en situaciones de emergencia. Tener una reserva de agua nos proporciona una sensación de seguridad y preparación ante cualquier imprevisto, como cortes de suministro, desastres naturales o incluso problemas técnicos en la red de distribución.
El agua es un recurso vital para nuestras actividades diarias. La utilizamos para beber, cocinar, limpiar y para nuestra higiene personal. Sin acceso a agua limpia, muchas de estas tareas se vuelven complicadas o incluso imposibles de realizar. Imagina un día sin poder preparar tus alimentos, sin poder darte una ducha o sin tener agua para beber. La vida, tal como la conocemos, se vería gravemente afectada.
Además, en situaciones de emergencia, como terremotos, huracanes o inundaciones, el acceso al agua potable puede verse interrumpido de manera inesperada. En esos momentos, contar con una reserva de agua en casa no solo garantiza nuestra comodidad, sino que también puede ser crucial para nuestra supervivencia. Tener agua almacenada nos permite mantenernos hidratados, preparar alimentos y mantener una higiene básica, factores clave para nuestra salud y bienestar en momentos críticos.
Otra razón importante para almacenar agua en el hogar es la prevención de enfermedades. El agua contaminada puede ser una fuente de múltiples problemas de salud, desde infecciones gastrointestinales hasta enfermedades más graves. Al tener nuestra propia reserva de agua segura y limpia, reducimos el riesgo de exponerse a contaminantes y bacterias que podrían estar presentes en el suministro general.
Finalmente, almacenar agua es también una práctica responsable desde el punto de vista ambiental. Nos ayuda a ser más conscientes del uso que le damos a este recurso tan valioso y a evitar el desperdicio. Al tener nuestra propia reserva, podemos gestionar mejor nuestro consumo, aprovechar al máximo el agua disponible y contribuir a la conservación de este recurso indispensable.
¿Cómo almacenar agua si tengo un espacio reducido?
La clave de realizar esta tarea está en encontrar soluciones creativas y prácticas que se adapten a nuestro entorno sin sacrificar la funcionalidad ni la estética del hogar.
Una excelente opción es utilizar botellas reutilizables de alta calidad. Estas botellas, que pueden ser de vidrio o plástico libre de BPA, son perfectas para guardar agua potable. Pueden colocarse en cualquier rincón de la cocina, en armarios o bajo el fregadero, aprovechando cada pequeño espacio disponible. Además, las botellas reutilizables no solo son útiles para almacenar agua, sino que también contribuyen a reducir el uso de plásticos desechables, siendo una elección ecológica.
Otra alternativa eficiente son los bidones apilables. Estos contenedores están diseñados para ocupar el mínimo espacio y pueden colocarse uno sobre otro, facilitando el almacenamiento en áreas reducidas. Se pueden ubicar en la despensa, en un armario o incluso en un rincón del garaje, manteniendo siempre una reserva de agua segura y accesible.
Si cuentas con espacio vertical, instalar estantes es una gran idea. En ellos, puedes colocar desde botellas y bidones pequeños hasta cajas de agua. Los estantes pueden montarse en paredes de la cocina, lavandería o incluso en pasillos, aprovechando áreas que normalmente quedarían desaprovechadas.
Las bolsas de agua plegables también son una solución innovadora. Estas bolsas pueden llenarse y vaciarse según sea necesario, y cuando no están en uso, se pliegan ocupando un espacio mínimo. Son perfectas para almacenar agua en lugares pequeños y pueden guardarse en cajones o estantes sin ningún problema.
No hay que olvidar los cubos de agua, que además de ser útiles para emergencias, pueden tener múltiples usos diarios en el hogar. Almacenar agua en cubos permite tener una reserva siempre disponible y, al mismo tiempo, pueden utilizarse para tareas de limpieza, riego de plantas o cualquier otra necesidad doméstica.
En definitiva, la falta de espacio no es un obstáculo para mantener una reserva de agua en casa. Con un poco de creatividad y organización, es posible asegurar que siempre habrá agua disponible para beber, cocinar y realizar tareas diarias, proporcionando tranquilidad y preparación para cualquier eventualidad.
¿Cómo almacenar agua con botellas reutilizables de alta calidad?
Almacenar agua en casa es una excelente manera de prepararse para emergencias y mantener un suministro constante, y hacerlo con botellas reutilizables de alta calidad es una opción práctica y ecológica.
Estas botellas, hechas de vidrio o plástico libre de BPA, aseguran que el agua se mantenga fresca y libre de contaminantes. También son una alternativa sostenible frente a los plásticos de un solo uso.
Comienza por seleccionar botellas que sean seguras y duraderas. Las de vidrio son ideales porque no alteran el sabor del agua y son fáciles de limpiar. Sin embargo, si prefieres algo más ligero y resistente, opta por botellas de plástico de alta calidad que estén certificadas para uso alimentario. Lo importante es que las botellas sean reutilizables y que puedas lavarlas y rellenarlas fácilmente.
Una vez que tengas tus botellas, encuentra un espacio adecuado para almacenarlas. Aunque el espacio sea limitado, siempre hay rincones aprovechables en la cocina, como estantes, armarios o incluso bajo el fregadero. La clave está en ser organizado: agrupa las botellas en un lugar accesible pero discreto, donde no estorben tus actividades diarias.
Antes de llenarlas, asegúrate de que estén bien limpias. Un enjuague con agua caliente y jabón suele ser suficiente, pero también puedes desinfectarlas con una solución de agua y vinagre o unas gotas de lejía. Una vez limpias y secas, sigue llenándolas con agua potable. Si el agua del grifo no es de la mejor calidad, considera usar un filtro para asegurar que el agua almacenada sea segura para beber.
Guarda las botellas llenas en un lugar fresco y oscuro para mantener el agua en buenas condiciones. Si tu cocina recibe mucha luz solar, considera colocar las botellas en un armario o despensa. Además, recuerda rotar el agua cada seis meses para asegurar su frescura. Etiqueta cada botella con la fecha en que la llenaste para llevar un control.
¿Cómo almacenar agua en bidones o garrafones?
Almacenar agua en bidones o garrafones es una manera práctica y accesible de asegurarse de que nunca falte este recurso vital en el hogar. Estos contenedores, por su tamaño y diseño, son ideales para mantener una reserva de agua potable que se puede utilizar en situaciones de emergencia o simplemente para el uso diario.
Lo primero que hay que considerar es la elección de los bidones o garrafones adecuados. Es crucial optar por aquellos fabricados con materiales aptos para el almacenamiento de agua potable, como el plástico libre de BPA. Estos materiales no alteran el sabor del agua y evitan la proliferación de bacterias. Además, es recomendable que los contenedores sean opacos o de color oscuro para proteger el agua de la luz solar, lo que ayuda a prevenir el crecimiento de algas y otros microorganismos.
Una vez seleccionados los bidones, es importante limpiarlos antes del primer uso. Esto se puede hacer con una solución de agua y unas gotas de lejía, enjuagando bien para eliminar cualquier residuo. El proceso de llenado debe hacerse con agua potable de calidad, ya sea del grifo, si es segura, o filtrada. Es fundamental cerrar bien los bidones para evitar la contaminación y almacenarlos en un lugar fresco y seco, lejos de productos químicos y fuentes de calor.
El agua almacenada en bidones tiene una vida útil limitada, por lo que es aconsejable rotarla cada seis meses. Una buena práctica es etiquetar cada bidón con la fecha de llenado para llevar un control del tiempo de almacenamiento. Además, aunque el agua no se eche a perder fácilmente, revisar periódicamente garantiza su frescura y potabilidad.
En situaciones de emergencia, los bidones son fáciles de transportar y usar. Si se prevé una falta de suministro, estos contenedores aseguran que siempre habrá agua disponible para beber, cocinar y la higiene personal. Es también una excelente forma de estar preparados para cortes de agua inesperados o desastres naturales.
Almacenar agua en bidones o garrafones no solo es una medida preventiva inteligente, sino que también proporciona tranquilidad. Saber que hay una reserva de agua potable accesible en cualquier momento es un alivio en tiempos de incertidumbre y una práctica responsable para cualquier hogar.
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