Tinaco: la mejor manera de mantener tu agua limpia

Desde la antigüedad, uno de los principales dilemas ha sido cómo almacenar agua de manera eficiente. Se han ideado diversos mecanismos para guardarla sin que se contamine, así como para trasladarla de un lado a otro en las ciudades. Con el tiempo, eso ha derivado en la creación de los tinacos. Es por eso que te hablaremos del tinaco: la mejor manera de mantener tu agua limpia.

Estos son tinacos que se ponen encima de las casas, usualmente de color negro o beige, para almacenar agua. Funcionan de manera simple: se recibe el líquido de la toma de la calle y luego es introducida al tinaco. En este, al llegar a cierto punto, una bomba flotadora acciona un mecanismo para dejar de introducirlo.

Para comparar, el agua embotellada puede durar hasta 3 o 4 años sin abrirse; los galones plásticos de agua hasta 4 años, y el agua mineral en Tetrapak puede durar hasta 7 años. Pero esto ocurre porque estos envases están sellados por completo y la entrada de gérmenes puede ser nula.
En el caso de los tinacos, que suelen estar a la intemperie, el agua suele durar hasta 6 meses.

En reiteradas ocasiones las autoridades mexicanas (especialmente la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) han alertado que se deben de lavar constantemente los lugares donde se almacena agua.

Esta necesidad tiene que ver con asuntos de salud. Los tinacos pueden recibir partículas que te pongan en riesgo a ti o a tu familia o tus compañeros de trabajo, ya que estas pueden contener bacterias que son dañinas para el ser humano.

Es por eso que se recomienda lavarlos cuatro veces al año. En especial si los materiales de los que están hechos no son tan herméticos y pueden permitir la filtración de tierra. También se recomienda tenerlos en uso constante. Es por eso que no hay que olvidar qué es el tinaco: la mejor manera de mantener tu agua limpia.

Si no se limpia un tinaco en mucho tiempo podrá notarse que su fondo comienza a ponerse gris o café; e incluso, en situaciones más graves, puede agarrar un color verdoso.

Si lo vacías es posible que notes que este fondo tiene una capa de lama resbalosa y hasta es posible que encuentres tierra u otros minerales que, de no retirarse, pueden bloquear las tuberías, incluso sin pensar en los problemas de salud que pueden conllevar.

La tonalidad verdosa, como en las albercas, es porque puede que el agua no esté oxigenando bien debido a la falta de movimiento, y a que quizá esté apareciendo moho.

Lo que se debe hacer para evitar la lama verde es mantener el tinaco en constante uso y limpiarlo de forma periódica, es decir, luchar contra el estancamiento.

El tinaco: la mejor manera de mantener tu agua limpia. Lo más recomendable es realizar cada tres meses la limpieza. Este mantenimiento es fundamental para ahorrarse futuros problemas.

Si bien se puede contratar a un profesional para hacer este trabajo, también uno puede hacerlo por sí mismo. Es un proceso que no lleva mucho tiempo, siempre y cuando se sigan algunas recomendaciones. En ese aspecto, la capacidad del tinaco no marca ninguna diferencia.

Lo más recomendable es realizar cada tres meses la limpieza. Este mantenimiento es fundamental para ahorrarse futuros problemas.

Si bien se puede contratar a un profesional para hacer este trabajo, también uno puede hacerlo por sí mismo. Es un proceso que no lleva mucho tiempo, siempre y cuando se sigan algunas recomendaciones. En ese aspecto, la capacidad del tinaco no marca ninguna diferencia.
Aunque los tinacos suelen estar fabricados de distintas variantes de plástico, lo mejor es no ponernos en riesgo.

Luego se abre la tapa y se retira el flotador, de manera que podamos ver el interior con más facilidad.

Acto seguido desconectamos la válvula de alimentación de agua para que no haya más desperdicio. Luego se vacía el tinaco, de manera que ya podamos moverlo con facilidad para la limpieza.

Se utiliza una escoba para quitar los sedimentos que puedan estar en el fondo. También es recomendado pasar un cepillo por los muros del tinaco, para quitar todo tipo de residuo que a lo mejor no veamos tan fácil.

Después se enjuaga todo el interior con agua y se le pasa una franela tanto en piso como en paredes.

Lo siguiente es desinfectar el tinaco. Esto es más fácil de lo que uno podría creer. Solo se coloca una tapita de cloro en un litro de agua; después esta mezcla se introduce en un atomizador, que será con el que la esparciremos por el fondo y muros. Y lo dejamos reposar unos treinta minutos.
Para terminar, se vuelve a colocar el flotador (los cuales también deben de pasar por un proceso de limpieza y desinfección), y se vuelve a llenar el tinaco.

El mundo de los tinacos es extenso y si a pesar de estas recomendaciones continúas sintiéndote perdido, comunícate con nosotros en nuestras redes sociales o en nuestra página. Ahí habrá asesores dispuestos a ayudarte. Los tinacos ya son parte de nuestro día a día.

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